Cabaña navideña de Lutter & Wegner en el Gendarmenmarkt

Hay mercados navideños en los que uno se calienta las manos con vino caliente, y está el WeihnachtsZauber Gendarmenmarkt, donde uno tiene la sensación de que el Adviento se viste de gala por una noche. Lutter & Wegner, esta institución berlinesa de larga tradición, lleva años organizando aquí un trío culinario que ya se ha convertido en una tradición. Pero en 2025 todo parece aún más refinado, brillante y armonioso, como una canción navideña que ya conoces, pero que de repente escuchas con acompañamiento de cuerdas.

Primer acto: la cabaña del champán y las delicias, donde comienzan las fiestas

Quien pasea por la plaza, inevitablemente acaba primero donde el aire adquiere una brisa salada: en la nueva cabaña del champán y las delicias. Bajo la cálida luz de las lámparas, cada día se abren ostras frescas de roca, como si Berlín se hubiera convertido de repente en una ciudad portuaria. Acompañadas de caviar real iraní, marisco selecto y una variedad de champanes que no solo se beben, sino que se celebran (nuestro favorito absoluto: Ruinart Blanc de Blancs).

Es un lugar donde uno se olvida por un momento del invierno. El vino espumoso Riesling Premium Lutter & Wegner de la casa, con su etiqueta especial, burbujea como el ambiente festivo recién llegado, y uno observa cómo las personas con gruesas bufandas y ojos brillantes de repente parecen muy elegantes: las ostras tienen ese efecto.

Segundo acto: la cabaña navideña, donde huele a tradición

Credits Charlott Cobler

Unos pasos más allá, el ambiente se vuelve más terrenal, más cálido, más auténtico: en la cabaña navideña, parte integrante del mercado desde hace dos décadas, el aroma del pato y los platos de caza impregna el aire. Quien viene de la cabaña del champán tiene aquí la sensación de entrar en el corazón del banquete festivo.

Pato recién salido del horno, jugosas especialidades de embutidos, pasteles vieneses humeantes: es el tipo de cocina que solo se puede comer en invierno, porque te hace feliz incluso cuando ya estás lleno. El ambiente es rústico, pero no tosco; acogedor, pero no anticuado. Una parada que se siente como el plato principal de la vida.

Final: el restaurante, un resplandor en la calidez

Quien aún pueda y quiera seguir, se encontrará a pocos pasos del restaurante Lutter & Wegner, en la Charlottenstraße. En el interior, el parqué cruje como antaño y los menús de alta cocina son como un elegante colofón tras una velada llena de contrastes.

Platos invernales con acentos de temporada, clásicos de más de 200 años de historia, una carta de vinos y champanes que hace susurrar a los comensales: el restaurante no es un colofón, es una actuación. Muchos visitantes comienzan en el mercado, terminan en el restaurante y solo cuando toman el digestivo se dan cuenta de lo mágico que es este pequeño recorrido.

Una ruta de placer invernal y un momento berlinés

Lo que Lutter y Wegner han creado este año es más que una oferta culinaria. Es una ruta de placer navideña que no se impone, sino que se cuenta casi por sí sola: ostras para empezar, pato para hacer una parada, alta cocina para terminar, tradición y modernidad entrelazadas de forma brillante.

En una ciudad que suele ser ruidosa y acelerada, este recorrido ofrece algo poco común: unas horas de elegancia invernal que se sienten como un regalo inesperado.