5 Monumentos Históricos Importantes de Berlín
Berlín irrita, entusiasma, tropieza con su historia y se vuelve a levantar. Entre fachadas acristaladas aparecen de repente frontones de la época fundacional, junto a espacios vacíos que se han dejado así deliberadamente. Las guías oficiales de la ciudad cuentan más de 600 monumentos, pero las cifras aquí son solo un telón de fondo. Algunos lugares llaman la atención, otros solo se perciben en un segundo momento. Quien deambula por la ciudad recoge fragmentos del tiempo, a veces de forma ruidosa, a veces de pasada.
Los cinco lugares siguientes esbozan el esplendor real, los abismos y los nuevos comienzos. Su importancia crece cada año, ya que Berlín es reconocida internacionalmente como una ciudad de la memoria.
1. Puerta de Brandeburgo en el centro de Berlín
En medio de la plaza Pariser Platz, donde el pavimento siempre brilla un poco, se encuentra la Puerta de Brandeburgo. Construida entre 1788 y 1791 según los planos de Carl Gotthard Langhans, en su parte superior se encuentra la cuadriga, que casi parece algo natural. Durante décadas, la puerta se convirtió en símbolo de separación y, posteriormente, de unión. Hasta 1989 se encontraba en la franja fronteriza, la llamada tierra de nadie.
Tras la caída del Muro, acudieron cientos de miles de personas, quizá más, las cifras varían. Hoy en día, la plaza es uno de los lugares más frecuentados de la ciudad, se calcula que recibe más de nueve millones de visitantes al año. El edificio está protegido como monumento histórico, las restauraciones se llevan a cabo con cuidado y no sin debate. Para la mayoría, hacerse una foto aquí es algo imprescindible, los guías turísticos lo aprueban y las valoraciones también.
2. Monumento a los judíos asesinados de Europa
Entre la Puerta de Brandeburgo y la Potsdamer Platz se abre el campo de estelas. 2711 bloques de hormigón gris, de diferentes alturas, en 19 000 metros cuadrados, una cuadrícula que se deforma al caminar. Abajo, en el centro de información, se pueden ver nombres, historias y familias, en la medida en que se ha podido documentar. El Gobierno federal destina cada año una cantidad considerable al mantenimiento, últimamente se hablaba de unos 3,5 millones de euros.
Peter Eisenman, el arquitecto, quería causar irritación, ninguna estela es igual a otra, y eso sigue funcionando hoy en día. Desde 2005, muchos consideran que este lugar es especialmente impresionante, los grupos de visitantes se preparan, comparan impresiones, a veces más de lo que se piensa. Este monumento también muestra el contraste entre el entretenimiento y la cultura del recuerdo serio.
3. La Columna de la Victoria de Berlín en el Tiergarten
En la Gran Estrella se eleva la Columna de la Victoria, de 67 metros de altura, construida inicialmente en 1873 en memoria de la guerra germano-danesa y posteriormente ampliada en su simbolismo. Año tras año, innumerables personas suben los 285 escalones, según los recuentos, probablemente cerca de un millón. En la cima espera la vista sobre árboles, claros y calles. La Victoria dorada, conocida popularmente desde hace tiempo como Goldelse, pesa unas 35 toneladas, y en su interior las fundaciones responsables ajustan periódicamente los detalles musicales y lumínicos.
Debido a su ubicación en el Tiergarten, la columna sirve como punto de referencia para muchos grandes eventos, como Nochevieja, la maratón o el Orgullo. También sirve como escenario para protestas, como se recordó en 2020 en el marco del movimiento Black Lives Matter. Postales, feeds, colecciones de fotos... Aparece una y otra vez, casi como un reflejo berlinés.
4. Memorial del Muro de Berlín en la Bernauer Straße
La Bernauer Straße se ha convertido en un lugar central para recordar la división. Aquí se encuentran 220 metros del muro original, instalaciones restauradas, la cripta de los Hohenzollern, una exposición al aire libre y la Capilla de la Reconciliación. Según los datos del memorial, cada año acuden cientos de miles de personas, en ocasiones más de 900 000, dependiendo de cómo se cuenten. Las estaciones multimedia, los testimonios de testigos de la época y las exposiciones especiales hacen que la historia sea más tangible para los visitantes más jóvenes, aunque a veces también más contradictoria.
Financiada por el estado federado de Berlín, la fundación trabaja para que el aprendizaje sea inclusivo. Las cuestiones relacionadas con la identidad, la separación y la unidad se entrelazan aquí, casi físicamente, entre los restos del muro y la antigua franja de la muerte.
5. Catedral de Berlín en la Isla de los Museos
En el extremo de la Isla de los Museos se alza la catedral de Berlín, grande y algo teatral, lo que le sienta muy bien. La construcción comenzó en 1894 y se completó en 1905, con planos diseñados por Julius Raschdorff. Con 98 metros de altura y su llamativa cúpula, se divisa inmediatamente desde el Spree. Los guías de la iglesia hablan de más de 700 000 visitantes al año, con tendencia al alza, muchos de ellos internacionales.
En el interior, impresionan los elementos restaurados de la cripta de los Hohenzollern y un órgano monumental que llena la sala en cuanto suena. Quien sube los 270 escalones puede ver la torre de televisión, el Ayuntamiento Rojo, el Foro Humboldt y un panorama urbano en constante cambio. La catedral se mueve entre el legado prusiano, la práctica eclesiástica y la cultura contemporánea, a lo que contribuyen los conciertos. Quizás sea precisamente esta mezcla la que la mantiene viva.
En Berlín se puede explorar la historia de muchas maneras.
Berlin Poche
Equipo de redacción
Siempre en busca de nuevas direcciones, nos gusta compartir nuestros descubrimientos y hacerte descubrir los mejores lugares de Berlín.