Otoño en Berlín: 25 actividades y cosas que hacer

El otoño en Berlín tiene su propio ritmo: la ciudad se vuelve más suave, más tranquila y, de alguna manera, más sincera. Es el momento perfecto para disfrutar de Berlín tal y como nos gusta a los berlineses: al aire libre, en interiores, ruidosa, tranquila y siempre un poco espontánea. Pero, ¿qué se puede hacer exactamente en Berlín en otoño?

Aquí tienes 25 ideas de cosas que hacer y actividades para el otoño en Berlín, así como bonitos paseos y consejos personales.

1. Mar dorado de hojas en el Tiergarten

El Central Park berlinés, el Tiergarten, es un cuento de hadas en octubre. Un café para llevar, un paseo tranquilo y luego una breve parada en la pequeña cafetería del Neuen See: no se necesita más para disfrutar del otoño.

2. Una tarde en el Tempelhofer Feld

En otoño, el Tempelhofer Feld parece una excursión al campo. Menos gente, más espacio. Volar cometas, patinar o simplemente correr por la pista.

3. Noches luminosas en el Festival of Lights

Cuando por la noche comienza el Festival of Lights, la ciudad se transforma en una gigantesca galería al aire libre. Lo mejor es recorrer los diferentes lugares en bicicleta o a pie.

4. Comida callejera bajo los coloridos árboles del Mauerpark

El Mauerpark es más tranquilo en otoño: menos turistas, más espacio, todavía suficiente sol. Perfecto para llevarse un pho, una crepe o pollo frito coreano y comerlo en la hierba.

5. Paseo otoñal por los Jardines del Mundo

Cuando todo se vuelve muy colorido, vale la pena ir a Marzahn, a los Jardines del Mundo. ¿El jardín japonés en otoño? Siempre es un acierto.

6. Festival de Jazz de Berlín en la Haus der Berliner Festspiele

Cada año, en noviembre, músicos internacionales llevan al escenario el Festival de Jazz de Berlín. Mucho jazz experimental, mucho ambiente.

7. Un día lluvioso en el planetario

Cuando fuera hace mal tiempo, el Gran Planetario Zeiss es mi lugar favorito. Cielo estrellado en un lugar cálido y, a veces, con música en directo.

8. Recoger castañas en el Volkspark Friedrichshain

El Volkspark Friedrichshain es perfecto para dar un agradable paseo y practicar el clásico juego otoñal berlinés: ¿quién encuentra la castaña más bonita?

9. Tarta de manzana caliente en el casco antiguo de Köpenick

Callejuelas, plazas tranquilas, agua por todas partes: el casco antiguo de Köpenick es una joya en otoño. Ideal para hacer una parada en una cafetería con vistas al Dahme.

10. Un desayuno tardío en el Markthalle Neun

El Markthalle Neun en Kreuzberg es un refugio perfecto cuando llueve fuera. Pasta fresca, pan, café: cálido, ruidoso, delicioso.

11. Colores otoñales en el Britzer Garten

El Britzer Garten es uno de mis consejos secretos. Especialmente en otoño, la tranquilidad aquí es increíble.

12. Un día de museos en la Isla de los Museos

La Isla de los Museos es una bendición en los días fríos. Mi consejo: llegar muy temprano, así tendrás las salas casi para ti solo.

13. Chocolate caliente en el lago Schlachtensee

Da una vuelta por el lago Schlachtensee y luego entra en la pequeña cafetería situada encima de la cabaña de pescadores. Las hojas doradas se reflejan en el agua: un momento de postal.

14. Una noche en Babylon

El cine Babylon, en Mitte, suele proyectar clásicos del cine mudo con acompañamiento de órgano en directo, perfecto para las oscuras y frescas noches de otoño.

15. Mercadillo de otoño en el recinto RAW

El recinto RAW, en Friedrichshain, tiene mercadillo los domingos. Entre discos, chaquetas vintage y puestos de pasteles, siempre se encuentra algo especial.

16. Entre el colorido follaje del parque del palacio de Charlottenburg

El parque que rodea el palacio de Charlottenburg es especialmente tranquilo en otoño. La mezcla de jardines barrocos y zonas más silvestres hace que el paseo sea casi de cuento de hadas.

17. Descubrir el arte callejero en el barrio RAW

Un paseo por el barrio que rodea la calle Revaler Straße siempre revela nuevos murales e instalaciones espontáneas. Con el cielo gris, los colores parecen aún más intensos.

18. Entrar en calor en la sauna del Vabali Therme

El Vabali Spa Berlin es como unas minivacaciones en Indonesia. Perfecto cuando los días se acortan y se quiere respirar profundamente.

19. Hojeando libros en la Biblioteca Estatal Unter den Linden

La Biblioteca Estatal de Berlín, situada en Unter den Linden, es un refugio maravilloso. Es cálida, tranquila y tiene un ambiente que invita a tomar café y leer.

20. Sopa de setas y vino caliente en la feria de otoño de Alexanderplatz

En otoño se celebran pequeñas fiestas en la plaza frente a Alexanderplatz: almendras garrapiñadas, tiovivo, setas calientes... Sencillo, pero acogedor.

21. La ciudadela de Spandau envuelta en niebla

La ciudadela de Spandau tiene algo místico, sobre todo en las frescas mañanas de otoño. Perfecta para hacer fotos o simplemente para pasear.

22. Puesta de sol en el puente Monbijou

Entre la Isla de los Museos y Hackescher Markt se encuentra el puente Monbijou, uno de los lugares más tranquilos y bonitos para disfrutar de la luz otoñal. Después, quizá apetezca tomar un té en el cercano Theaterhof.

23. Visitar la exposición de calabazas en el Britzer Garten

Al sur de la ciudad, en el festival de calabazas de Berlín Britz, se celebra cada otoño una exposición con enormes figuras de calabazas, encantadora y sin aglomeraciones.

24. Una tarde en el Museo de Historia Natural

El Museo de Historia Natural de Berlín es ideal para los días fríos: dinosaurios, meteoritos, investigación al alcance de la mano. Es fantástico para los niños, pero también los adultos vuelven a enamorarse rápidamente del asombro.

25. Paseo por la bahía de Rummelsburg

La bahía de Rummelsburg es tranquila, amplia y perfecta si se busca la paz otoñal. Sin el ruido de los turistas, solo agua, viento y pequeñas cafeterías en la orilla.

Berlín en otoño es como un buen amigo que de repente baja un poco el ritmo. Las calles se vuelven más tranquilas, los colores más intensos y la ciudad muestra facetas que en verano pasan fácilmente desapercibidas. Entre parques dorados, comida caliente, lugares bonitos, paseos otoñales, pequeños momentos culturales y acogedores refugios, uno se da cuenta de lo mucho que Berlín tiene que ofrecer lejos del bullicio.