El viaje perfecto de fin de semana a Berlín
Berlín es muchas cosas: capital, metrópoli creativa, lugar del recuerdo y paraíso de la vida nocturna. Si pasa un fin de semana en la metrópoli alemana, podrá conocer la historia, saborear las delicias culinarias y sumergirse en una vida nocturna sin igual en tan sólo unos días.
Pero no son sólo los monumentos clásicos y las discotecas lo que hacen de Berlín un destino que merece la pena. Berlín tiene mucho más que ofrecer. El siguiente artículo muestra cómo puede ser un viaje de fin de semana perfecto a Berlín, entre cultura urbana, delicias culinarias y entretenimiento digital.
Llegar y sumergirse Viernes por la noche
Quien llega a Berlín un viernes por la noche se da cuenta enseguida: esta ciudad nunca duerme. El comienzo perfecto del fin de semana empieza en uno de los muchos barrios de Berlín, ya sea en el moderno Neukölln, en el culturalmente influyente Prenzlauer Berg o en los alrededores de la vibrante Warschauer Straße en Friedrichshain. Pequeños bares, galerías y cocinas pop-up se alinean en las calles, músicos callejeros tocan y la vida urbana brilla hasta bien entrada la noche.
Un verdadero consejo para empezar: una copa al atardecer en una de las muchas terrazas de las azoteas. El bar Klunkerkranich, en el aparcamiento de varias plantas de Neuköllner Arcaden, es casi un clásico. Desde aquí se puede contemplar la puesta de sol sobre el horizonte berlinés: un momento ideal para llegar y desconectar.
Sábado: cultura, gastronomía y vida de barrio
El sábado empieza con un buen desayuno. Eso no es problema en Berlín: desde cafeterías de inspiración escandinava hasta pastelerías orientales, hay para todos los gustos. Te recomendamos el Father Carpenter en Mitte o el Silo Coffee en Friedrichshain, ambos conocidos por su excelente café y sus elegantes interiores que te recuerdan sutilmente que estás en una ciudad cosmopolita.
Si de verdad quiere conocer Berlín, debería dejarse llevar por la ciudad a su aire. Ya sea en una bicicleta de alquiler a lo largo del río Spree, a pie por el parque Tiergarten o en un recorrido exploratorio en tranvía, Berlín revela su carácter más allá de los trillados caminos turísticos.
Pero también se incluyen paradas clásicas: Una visita a la Isla de los Museos, una mirada al futurista Futurium o un desvío al Foro Humboldt combinan de forma impresionante historia, presente y futuro. El Museo Judío es especialmente emocionante, ya que no sólo es arquitectónicamente impresionante, sino también emocionalmente conmovedor.
Por la tarde, merece la pena desviarse a uno de los muchos parques de Berlín: el Mauerpark, con su mercadillo y sus sesiones de música espontáneas, es especialmente animado, mientras que el jardín botánico de Dahlem destaca por su tranquilidad y ofrece un momento para recuperar el aliento.
Entretenimiento nocturno: entre comida callejera y clubes de talla mundial
Por la noche, Berlín es menos restaurantes clásicos y más diversidad culinaria. Desde restaurantes con estrellas Michelin como Nobelhart & Schmutzig hasta mercados de comida callejera como Markthalle Neun en Kreuzberg, hay para todos los bolsillos. La cocina de fusión asiática es especialmente popular en estos momentos: 893 Ryōtei, en Charlottenburg, es un lugar con un ambiente que te hará sentir como si estuvieras en Tokio.
Si después te apetece salir de fiesta, no te faltará donde elegir. Berghain, Sisyphos o Kater Blau: la escena de clubes de Berlín es legendaria. Pero los locales más pequeños, los espontáneos al aire libre o los bares escondidos en sótanos también pueden dar el tono perfecto para una larga velada. Si quiere tomárselo con calma, puede relajarse en un bar con música en directo o, para estar a la última, jugar a su juego favorito en el casino online.
Domingo: relájese con estilo
Tras una larga noche, es esencial empezar el domingo con tranquilidad. Berlín ofrece muchas opciones de bienestar y spa perfectas para relajarse. El Vabali Therme, directamente en la estación central de ferrocarril, es un pequeño oasis de aire asiático, mientras que el Liquidrom destaca por su cálida agua salada y su música subacuática.
Las delicias culinarias incluyen un desayuno tardío o un brunch, por ejemplo en la Casa de la Pequeña Maravilla, con platos de inspiración japonesa, o en Commonground, en la calle Torstraße. Después, un paseo por el parque Viktoriapark de Kreuzberg o por el canal Landwehr es la forma ideal de relajarse al final del fin de semana. Si le apetece, puede ir en busca de algún grafiti emocionante y maravillarse con la escena de la ciudad.
Si le apetece ir de compras, Berlín ofrece conceptos creativos alejados de las clásicas calles comerciales: pequeñas boutiques en Alte Schönhauser Straße, tiendas vintage en Friedrichshain o tiendas de diseño en torno a Hackescher Markt.
Berlín ofrece algo nuevo para cada fin de semana
Ya sean amantes de la cultura, fiesteros o jugadores digitales, los barrios de Berlín tienen algo para todos los gustos. El viaje de fin de semana perfecto a la capital se nutre de contrastes: entre la historia y el presente, la tranquilidad y la embriaguez, la calle y el estilo. Si se deja llevar durante un fin de semana, se dará cuenta: Berlín no es sólo una ciudad, sino una forma de vida, independientemente de cómo pase el tiempo.
Berlin Poche
Equipo de redacción
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